Aunque la legislación no es actual, sino que es de 1938, la Jurisprudencia es clara al respecto: el Tribunal Supremo en su Sentencia de 26 de diciembre del 2011 ratificó la plena vigencia de dichas normas y por tanto la obligación de la empresa de ofrecer a los trabajadores un comedor.
Por tanto , la empresa estaría obligada a habilitarlo en los siguientes supuestos:
- Cuando el descanso otorgado al trabajador para el almuerzo sea inferior a dos horas efectivas.
- Cuando los trabajos deban efectuarse al aire libre, en obras eventuales, las empresas deberán habilitar barracones desmontables o cobertizos, si no dispusieren de otros locales próximos adecuados.
- Las empresas con locales permanentes que reúnan más de 50 trabajadores deberán establecer comedores, en los que, a base de una cooperación de la misma empresa, puedan los obreros efectuar sus comidas a un precio módico.
- En los centros de trabajo de carácter permanente cuyo número de trabajadores no llegue a 50, se procurará que la instalación del comedor se haga en las mismas condiciones que para las empresa con más de 50 trabajadores, pero en proporción al número de trabajadores, clase de industria y condiciones fijas y eventuales.
Sin embargo, disponer de un espacio en el trabajo donde los trabajadores se relacionen y a pesar de que en España existe la cultura del “presentismo laboral”, a la larga va a ser beneficioso para la empresa. En este espacio, siempre dentro de unos límites normales, el trabajador se va a relacionar, al tiempo que va a ser un espacio creativo y de intercambio.
De hecho, las empresas nórdicas y anglosajonas hace ya tiempo que apostaron por darle esa libertad a sus trabajadores. Ellos entendieron que una reunión informal en la cafetería puede llegar a ser tan creativa y productiva (o incluso más) como largas horas encerrados en un despacho o una sala de reuniones.
Poco a poco, todas las empresas empiezan a comprender la utilidad de reservar unos metros cuadrados de sus oficinas para destinarlo a este uso recreativo. Desde el ahorro de tiempo al evitar que los empleados tengan que salir de la oficina para tomar un simple café, hasta sentirse más valorados y mejor cuidados por su empresa.
Por todo lo expuesto, la mayor parte de las consecuencias de crear una zona de descanso en la oficina son ventajas.