Mediante este artículo queremos orientarte laboralmente sobre cómo sobrellevar a esas personas con las que compartimos muchas horas en el trabajo, ya que la oficina es una segunda casa. Durante las horas laborables convivimos con personas que no hemos elegido, pero con quienes pasamos gran parte del día.
Una persona tóxica es aquella que convierte el entorno laboral en un campo desagradable y hostil.
Sobrevivir a los compañeros de trabajo tóxicos es posible. Te contamos cómo.
1. Identifícalos
Los hay de muchos tipos, así que en primer lugar aprende a reconocer cuál o cuáles te están haciendo la vida imposible. Los hay dispuestos a hacer lo que sea para conseguir su objetivo; cotillas, encargados de poner en marcha cualquier rumor por increíble que sea; manipuladores, consiguen que sus víctimas hagan lo que ellos quieren; victimistas, tratan de conseguir culpables a sus desgracias como sea o enfadados crónicos, cuyo único objetivo es el de criticar y echar por tierra todo lo que hacen los demás…
2. Marca tus propios límites
Para ganar la partida a un compañero tóxico hay que conocer su estrategia y desactivarla. Ayúdate de las descripciones anteriores para identificarlo y aprender cuáles son sus estrategias. Evita al máximo las comunicaciones con ellos y no te dejes atrapar por sus perversos propósitos. Déjales claro dónde están los límites que tú impones y muéstrate absolutamente firme.
3. Limítate a discutir ideas
Alejarte de ellos –aunque sea personalmente– es complicado, porque el hecho de convivir juntos en un entorno de trabajo lo hace imposible. Esto significa que tendrás que comunicarte con ellos en reuniones con vuestros equipos de trabajo. Si surge una discusión, limítate a discutir ideas y no entres en personalismos. Lo estarán esperando para iniciar cualquier ataque frontal y descarnado.
4. Busca ayuda o mediación
Si no puedes con ellos, quizá haya llegado el momento de buscar ayuda. En la empresa puedes recurrir a tu superior o al departamento de Recursos Humanos, con el fin de que pueda iniciarse una mediación. Se trata de un recurso muy útil que puede mejorar sustancialmente las cosas sin tener que entrar necesariamente en el fango.
5. Aléjate hasta donde puedas
Alejarte completamente de ellos puede resultar complicado, sobre todo si te toca trabajar a diario de manera conjunta. Si la empresa es grande y cuenta con muchos trabajadores, quizá sea el momento de conocer a otras personas y abrirte a nuevos grupos a la hora de hacer una pausa, desayunar o ir a comer juntos. Si la empresa es pequeña, acuérdate de ese sabio refrán que dice que mejor solo que mal acompañado. Evita, en la medida de lo posible, los encuentros personales con los focos de toxicidad y ábrete a nuevas experiencias más positivas. Cuanto más lejos, mejor.
FUENTE; Infojobs